Existen dos grandes categorías para la clasificación de las heridas: agudas y crónicas.  Las heridas agudas sufren un proceso complejo que involucra una variedad de tipos celulares. Por el contrario, las heridas crónicas han pasado a través de algunas porciones del proceso de reparación sin llegar a establecer un resultado anatómico y funcional. También  existen diferentes tipos de heridas agudas en la piel, incluyendo heridas incisionales, de espesor parcial y heridas con pérdida significativa de tejidos. Estos diferentes tipos de heridas, involucran diferentes fases del proceso de cicatrización en diferentes grados aunque las fases sigan siendo las mismas.

Aunque las cicatrices hipertróficas y queloides pueden parecer morfológicamente similares, existen diferencias clínicas e histológicas que las distinguen como entidades fisiopatológicamente diferentes. Las cicatrices hipertróficas son elevadas, eritematosas y habitualmente dan comezón. Permanecen dentro de los límites de la herida original. La formación de la cicatriz inicia entre las 6 y las 8 semanas de la lesión y pueden empeorar hasta 6 meses después. Pueden producir contracturas si se localizan sobre articulaciones o a lo largo de una extremidad. La fase de maduración puede durar de uno a dos años. las cicatrices queloides también son elevadas y eritematosas, sin embargo, se extienden más allá de los límites de la lesión original. No es frecuente que involucionen y no se asocian a contracturas. Tienden a recurrir después de la escisión.

Las cicatrices anómalas pueden ocurrir a cualquier edad, pero son más frecuentes en individuos jóvenes, entre 10 y 30 años de edad. Las cicatrices queloides habitualmente ocurren en individuos con historia familiar con cicatrices queloides. Existe una incidencia mayor de éstas durante la pubertad y el embarazo, así como una disminución en la menopausia y en pacientes de edad avanzada, lo cual demuestra una gran influencia hormonal. Las cicatrices hipertróficas son comunes después de un trauma importante como en las quemaduras, aunque pueden ocurrir después de trauma menor como acné o vacunas. Ambos tipos de cicatrices son más comunes en áreas de tensión.

Las cicatrices hipertróficas resultantes de tensión excesiva o de complicaciones de la herida como infección, o retraso en el cierre y cicatrización, se pueden tratar en forma efectiva con cirugía y presoterapia con placas de silicona.

En la consulta inicial  el Dr Herrero le informara de las alternativas de tratamiento  de forma veraz y honesta, explicando claramente los objetivos que se pueden conseguir en su caso  concreto, con expectativas objetivas y reales de resultados.

 

* No existe garantía absoluta de resultados, ya que estos pueden variar según el paciente.