Las células madre utilizadas para tratamientos estéticos son las llamadas mesenquimales, que se obtienen principalmente del tejido adiposo y cuya característica principal es su capacidad de regeneración, lo que permite desde rejuvenecer la piel del rostro hasta ayudar a reponer el volumen y forma que se ha perdido en ciertas zonas del cuerpo con el paso del tiempo.
El PRGF es una novedosa técnica no invasiva para el rejuvenecimiento facial. Se utilizan los factores de crecimiento presentes en la sangre del propio paciente para estimular y acelerar la regeneración de los tejidos mediante una técnica de aislamiento de estas sustancias y su posterior introducción en la piel del paciente mediante microinyecciones. Este tratamiento se puede aplicar a nivel de cara, escote, cuello y dorso de las manos para estimular su regeneración. El número de sesiones depende del grado de envejecimiento de la piel, pero generalmente recomendamos tres-cuatro sesiones el primer año y posteriormente un tratamiento de mantenimiento de una o dos sesiones anuales.
* No existe garantía absoluta de resultados, ya que estos pueden variar según el paciente.